Bienvenidos a Nueva Pekín, metrópoli central de un mundo futuro donde
humanos, ciborgs y androides coexisten en precaria convivencia,
amenazados todos por una extraña y caprichosa plaga mortal para la que
los científicos no encuentran cura.
Esa es la ciudad en la que vive Linh Cinder o, simplemente, Cinder, una ciborg que, por serlo, es odiada y despreciada por todos, y sobre todos, por Adri, su madrastra, cuyo amor y respeto jamás ha tenido a pesar de que gracias al trabajo de Cinder ella y sus dos hijas, Pearl y Peony, pueden salir adelante y aparentar más de lo que son. Aunque no todo son malas noticias: Peony es su mejor amiga. Su mejor amiga humana.
Sabe que no lo logrará, pero no deja de alimentar la esperanza, que sabe vana, de ganarse el favor de su familia y de ir, ¿por qué no?, al baile real que cada año se celebra en Palacio. Pero es el cuento de nunca acabar porque Adri, que no deja de prometerle lo mejor para cuando acabe lo que sea que tiene que hacer, siempre le tiene guardada una tarea nueva, que arregle el levitador o cualquier otro cachivache.
Porque Cinder es la mejor mecánica de Nueva Pekín, y tan grande es su fama que el mismísimo Príncipe Kaito, heredero de la Comunidad Oriental, ha acudido a su cuchitril en el mercado para confiarle el arreglo de su androide. «Contiene información confidencial y es una cuestión de seguridad nacional que la recupere… antes de que lo haga otra persona», le explica.
Vale, Cinder es una ciborg pero no es de piedra, y ese príncipe se demuestra capaz de alterar todos sus circuitos. Pero se cierne sobre ella, sobre ellos, una amenaza más grave que el enamoramiento: la de una fuerza procedente del espacio exterior que aguarda el momento adecuado para atacar la tierra.
Esa es la ciudad en la que vive Linh Cinder o, simplemente, Cinder, una ciborg que, por serlo, es odiada y despreciada por todos, y sobre todos, por Adri, su madrastra, cuyo amor y respeto jamás ha tenido a pesar de que gracias al trabajo de Cinder ella y sus dos hijas, Pearl y Peony, pueden salir adelante y aparentar más de lo que son. Aunque no todo son malas noticias: Peony es su mejor amiga. Su mejor amiga humana.
Sabe que no lo logrará, pero no deja de alimentar la esperanza, que sabe vana, de ganarse el favor de su familia y de ir, ¿por qué no?, al baile real que cada año se celebra en Palacio. Pero es el cuento de nunca acabar porque Adri, que no deja de prometerle lo mejor para cuando acabe lo que sea que tiene que hacer, siempre le tiene guardada una tarea nueva, que arregle el levitador o cualquier otro cachivache.
Porque Cinder es la mejor mecánica de Nueva Pekín, y tan grande es su fama que el mismísimo Príncipe Kaito, heredero de la Comunidad Oriental, ha acudido a su cuchitril en el mercado para confiarle el arreglo de su androide. «Contiene información confidencial y es una cuestión de seguridad nacional que la recupere… antes de que lo haga otra persona», le explica.
Vale, Cinder es una ciborg pero no es de piedra, y ese príncipe se demuestra capaz de alterar todos sus circuitos. Pero se cierne sobre ella, sobre ellos, una amenaza más grave que el enamoramiento: la de una fuerza procedente del espacio exterior que aguarda el momento adecuado para atacar la tierra.
2. SCARLET
Cinder, la ciborg mecánica, regresa en la emocionante segunda entrega de
Crónicas lunares. Está intentando escapar de prisión y si lo consigue
se convertirá en la fugitiva más buscada de la comunidad. En la otra
punta del mundo, la abuela de Scarlet Benoit ha desaparecido. Hay muchas
cosas que Scarlet no sabía sobre su abuela y sobre el terrible peligro
en el que ha vivido toda su vida…
Para encontrar a su abuela desaparecida, Scarlet deberá confiar en Wolf, un joven tan atractivo como peligroso. Aunque no serán los únicos tras su pista: Cinder cree que los Benoit son la pieza clave para poder desvelar su pasado… Ahora, todos ellos deberán mantenerse un paso por delante de la malvada reina lunar Levana, quien hará cualquier cosa para que el apuesto príncipe Kai se convierta en su esposo, su rey, su prisionero.
Para encontrar a su abuela desaparecida, Scarlet deberá confiar en Wolf, un joven tan atractivo como peligroso. Aunque no serán los únicos tras su pista: Cinder cree que los Benoit son la pieza clave para poder desvelar su pasado… Ahora, todos ellos deberán mantenerse un paso por delante de la malvada reina lunar Levana, quien hará cualquier cosa para que el apuesto príncipe Kai se convierta en su esposo, su rey, su prisionero.
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