No es lo que sabes - o cuando lo ves - lo que importa. Se trata del viaje.
Flat-Out Love es una novela cálida e ingeniosa del amor y la disfunción familiar, la angustia profunda y la cruda vulnerabilidad, con un poco de misterio y un enorme romance que te pondrá de rodillas.
Algo está seriamente mal en la casa Watkins. Y Julie Seagle, estudiante de primer año de universidad, transplantada de un pequeño pueblo de Ohio, y la residente más nueva de esta casa de Boston, está decididad a llegar al fondo de esto. Cuando el alojamiento fuera del campus de Julie fracasa, una antigua compañera de la universidad de su madre, Erin Watkins, la invita a mudarse. Los padres, Erin y Roger, son acogedores, pero emocionalmente distantes y académicamente conducidos a extremos exéntricos. El hijo del medio, Matt, es un frik tecnológico del MIT, con un lado dulce...y las habilidades sociales de un carrete de cable USB. La más joven, Celeste, es una terriblemente brillante pero monstruosamente fastidiosa jovencita de 13 años de edad, que lleva una figura de cartón de su hermano mayor, de tamaño real, casi dondequiera que va.
Y está el hermano mayor, Finn: divertido, hermoso, inteligente, sensible, casi emocionalmente disponible. ¿Geográficamente? Definitivamente no disponible. Esto se debe a que Finn está viajando por el mundo y apareciendo de vez en cuando sólo para charlas en Facebook, correos electrónicos y actualizaciones de estado. En poco tiempo, a través de intercambios nocturnos de texto sin cuerpo, comienza a agitar algo tierno y tonto, y tal vez incluso un poco sexy, en el alma repentinamente solitaria de Julie.
Para Julie, los miembros emocionalmente revueltos de la familia Watkins se suman a algo que...bueno...no suma mucho. No es hasta que saca un oscuro secreto a la superficie, provocando una dramática confrontación que amenaza con destruir la frágil familia Watkins, que consigue su respuesta.
Mil Gracias a...Ministry of Lost Souls.
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