Jillian
Nichols, de veintiún años, sólo tiene una regla en cuanto a chicos se
refiere: atrápalos y libéralos. Atrapando-chicos no es sólo un juego
para Jillian y sus amigas, es un estilo de vida. Después de todo, los
chicos pueden ser buenos para bailar o tomar una copa y, ciertamente, un
poco de acción debajo de las sábanas, pero espera mucho más que eso y
estás destinada a que te rompan el corazón.
Así que cuando sus mejores amigas y
sus compañeras a la hora de atrapando-chicos comienzan a caer como
moscas en el tercer año de universidad, Jillian está determinada a
mantener a los chicos en su habitación y fuera de su corazón. Hasta que
conoce a Liam McAvoy, el tipo de chico que se queda alrededor para hacer
waffles y quien no—o tal vez no quiere—entender la indirecta.
El estudiante extranjero Liam no
quiere ser otra muesca en el poste de la cama de Jillian. En realidad,
tiene ideas más interesantes para Jillian y sus postes de cama, pero su
fecha de caducidad en su visa de estudiante significa que no puede
prometerle un para siempre. Eso no quiere decir que va a alejarse del
desafío de descubrir por qué Jillian está empeñada en mantener a la
gente a un brazo de distancia.
En poco tiempo, ninguno está seguro
quién está atrapando a quién—o si están jugando para siempre. Sin
embargo, Jillian sabe una cosa: enamorarse no sólo romperá la única
regla de atrapando-chicos, sino que también puede romperle el corazón.
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